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Evítate mucho sufrimiento y salvaguarda tu economía, !Conoce estas señales!
Algunas personas se preocupan porque conforme pasan los años pierden un poco de memoria y tienen temor de que esto sea un síntoma de la enfermedad de Alzheimer. Esto es natural, y no hay de que preocuparse, a menos que se observen cambios mucho más fuertes como los que a continuación se explican.
Si usted reconoce cualquiera de los signos de alarma en un ser querido, amigo o conocido nosotros le recomendamos que le avise al familiar responsable para que la persona afectada consulte a un médico calificado, de preferencia, geriatra, internista o neurólogo. Recuerde que aunque la enfermedad es de larga evolución, entre más temprano sea detectada, existen mejores alternativas para su tratamiento y control, en consecuencia el futuro es mucho más promisorio tanto para el enfermo, como para la familia.
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Pérdida de memoria del presente. Uno de los signos más comunes del Alzheimer es que estas personas olvidan aspectos muy importantes de su vida presente, aunque todavía recuerden con precisión muchas cosas de su vida pasada. Por ejemplo, de repente, la persona puede olvidar cuál es la dirección del domicilio en el que ha vivido por años, y en consecuencia no saber como regresar a su propia casa. Esta clase de olvido es muy distinto de los típicos olvidos de citas, nombres o teléfonos que todos tenemos.
Dificultad para realizar actividades familiares. Las personas que empiezan a padecer Alzheimer encuentran difícil realizar tareas que antes le resultaban familiares como puede ser preparar la comida, redactar una carta, realizar el aseo de la casa, o participar activamente en un juego de mesa.
Juicio pobre o disminuido. No todo mundo es una persona juiciosa y con sentido común. Bien decimos que el sentido común es el menos común de los sentidos, pero en el caso de una persona con Alzheimer esto llega a un extremo tal, que cualquiera se da cuenta que algo anda mal. Por ejemplo, un enfermo puede vestirse con varias blusas en un día muy caluroso o gastar en demasía en un producto: medias para dama, para citar un caso real, hasta llenar el closet de medias, porque arguye que no tiene y le hacen falta. Si hacer cuentas para una persona normal puede ser difícil, para una persona que padece alzheimer es algo muy confuso, y con el tiempo puede olvidar hasta los números y su significado.
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Cambios abruptos de comportamiento y estados de ánimo. Todas las personas tenemos cambios en nuestro estado de ánimo, a veces estamos contentos, a veces tristes. Pero en las personas con Alzheimer estos cambios son mucho muy rápidos y de repente pueden cambiar de la calma, al enojo, del enojo al llanto, y de vuelta a la calma. Todo esto en un instante, sin ninguna razón aparente. En cuanto a su comportamiento, también ocurren cambios muy notorios, pues la persona se torna muy confusa, sospecha de todo, y cree que le roban, cuando en realidad olvida dónde deja las cosas. Es común que esté llena de miedo y se vuelva dependiente de alguien, típicamente de un miembro familiar.
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Problemas de lenguaje. A cualquiera se le olvida una palabra o frase, sin embargo, cuando una persona padece Alzheimer la persona tiene dificultad para expresar las cosas más comunes y puede llegar a expresarse así: "dame esa cosa para comer" refiriéndose a la cuchara.
Desorientación en tiempo y espacio. Es común que uno no se acuerde de la fecha o del día que estamos viviendo. Sin embargo, las personas con Alzheimer no se acuerdan ni siquiera en que ciudad viven, ni dónde queda ubicado el domicilio donde han vivido por años. También es factible que no sepan quien es el Presidente de su Gobierno o el año en que están viviendo.
Colocación errónea de cosas. Muchas personas son desordenadas, pero de cualquier modo todas las personas mantenemos un "cierto orden" que hace hasta cierto punto habitable nuestra existencia, y aunque no sea ideal, al menos tiene "cierto sentido". Esto ya no es así con los enfermos de Alzheimer que se les ocurre las cosas más raras, como poner la comida en la regadera o meter la mascota al refrigerador, como si ¡ahí fuera su lugar!
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